Un viñedo muy singular
La bodega de Casa Pedro Domecq en el Valle de Guadalupe celebra 50 años este año 2022. De hecho, fue la primera bodega grande en la región. Por lo mismo alberga, una de las rarezas de la zona justo en frente de ella.
Viñas Viejas
Es poco común encontrar en Mexico viñedos de 50 años. Bodegas Domecq lo tiene, y está justo enfrente de la bodega. Es normal, cuando se construyó la bodega en 1972, a la par, se plantaron vides a pie franco (es decir en sus propias raíces, sin portainjerto). Hoy esas vides cumplen 50 años.
¿Y que encontramos en este pequeño viñedo de viñas viejas?
Un solo tipo de uva esta plantado: la Cabernet Sauvignon.
De este viñedo de 1 hectárea no salen muchas uvas y mucho menos rendimiento. Así que tenemos que elegir muy bien a donde van esas uvas.
Pero antes ¿Qué aportan las viñas viejas al vino?
El escribir viñas viejas en las etiquetas de los vinos indica que un vino es el producto de vides que son notablemente viejas, valga la redundancia.
Las vides de uva llegan a producir fruta después de los cuatro años, pero es a partir de los siete que producen uvas aptas para el vino.
La planta puede crecer durante más de ciento veinte años, sin embargo, después de unos veinte años, las vides comienzan a producir cosechas más pequeñas y los rendimientos promedio disminuyen, lo que lleva a vinos más concentrados e intensos.
Existe la creencia general de que las vides más viejas, cuando se manejan adecuadamente, darán un mejor vino. Sin embargo, no existe una definición legal o generalmente acordada para el término viñas viejas.
Viñedo singular para vinos únicos
Esas uvas concentradas, llenas de historia, se van a un vino único que es el Vasija. Aparte de ser el nombre del vino es que realmente es un vino hecho en vasijas. Pero no cualquier vasija.
Vasijas de barro del siglo XVI con origen en Castilla La Mancha, España. Estos tesoros, antiguamente se utilizaba para elaborar vino de una manera ancestral, de hecho, aún se utilizan contenedores similares en lugares como el país de Georgia, cuna del vino, y actualmente se está retomando mucho en Europa, donde se están redescubriendo estas técnicas. Este método involucra colocar todas las uvas aplastadas (antiguamente con los pies y de manera manual) en la vasija. Cubrir la capa hecha de cáscaras de las uvas con una capa de aceite de oliva (hoy en día se usan tapas de vidrio) y dejar que la naturaleza la transformarse en vino.
Con el avance de la tecnología, estas vasijas cayeron en desuso y pasaron a formar parte del recorrido de nuestras maravillosas bodegas. Pero, en un proceso de innovación, de vanguardia y arqueología enológica, Alberto decidió rescatar este tesoro para reinventar la tradición
Lo que pasa adentro de una vasija es sorprendente, entre dinámica de fluidos, choque de las levaduras y porosidad (que proporciona oxígeno al vino). Nuestro Cabernet Sauvignon de nuestras vides de cincuenta años pasa ahí ocho meses. Ocho meses durante los cuales Alberto nuestro enólogo, diario, revisa, analiza, todo de forma manual, esperando el momento ideal en el que el vino estará listo. Una vez que las levaduras han hecho su trabajo y Alberto considera que el vino tiene las cualidades especiales, este terminará su crianza con catorce meses en barricas de roble francés.
Un proceso único, un viñedo singular, pocas botellas (novecientas producidas por vendimia): aun estas a tiempo de encontrar las ultimas botellas en la tienda online de Casa Pedro Domecq: